domingo, 29 de marzo de 2009

«Pata de palo»

Piazza Cordusio

Ermanno Olmi
( 1 9 3 1 )
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CHICO DE BARRIO

Oí la voz de mi madre preguntar a mi hermano, que llegaba a casa en aquel momento: «¿Cómo es que has tardado tanto?». «Pues... por culpa del tranvía.» «Se te habrá quedado fría la comida.» «Mejor. ¡Con este calor!»
En la cocina me encontré a mi hermano, que estaba comiendo con muchas ganas. Le pregunté en voz baja si habían esperado al «pata de palo». Llamaban así a un trasto de tranvía aún en circulación y los chicos, que, después de la escuela primaria, iban a la escuela en el centro, se daban una tácita cita en el «pata de palo». Era una forma segura de encontrarse, porque ya circulaban muy pocos de aquellos tranvías viejos. A veces había que esperar más de media hora, pero, ¡también estaban las chicas! Los mayores, como mi hermano, tenían más oportunidades de hablar con ellas, porque sus clases eran mixtas y, además, se veían todos los días en el tranvía. En cambio, nosotros, que éramos un poco más pequeños, raras veces coincidíamos con ellas: sólo con motivo de algún juego y, cuando así era, sentíamos una extraña emoción.

Chico de barrio
Libros del Asteroide, Barcelona, 2009
Traducción de Carlos Manzano