José Luis Giménez-Frontín
( 1943-2008)
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FRAGMENTOS DEL CINCUENTA Y UNO
Floreció de mañana turbia fiesta
a sus ojos de niño deslumbrado.
-Cortejos ominosos como orugas
de féretros metálicos lanzaban
su terco desafío...
Tenía corazón el universo
del ancho y bronco día volteado.
-Sobre su masa de cristales rotos,
las cuatro ruedas de mamut al aire,
el tranvía abatido...
Qué hermoso sacrilegio el del asfalto
transfigurado de secretos ritos.
-Crines y chispas en los adoquines,
cuchilladas en vivo las cornetas,
un jinete en su sangre...
La angustia de su claustro plañidero
quiso el niño arrojar por sus balcones
-Y el matalón, perdido,
ciego de escupitajos exhibía
su deserción de bridas arrastradas...
a sus ojos de niño deslumbrado.
-Cortejos ominosos como orugas
de féretros metálicos lanzaban
su terco desafío...
Tenía corazón el universo
del ancho y bronco día volteado.
-Sobre su masa de cristales rotos,
las cuatro ruedas de mamut al aire,
el tranvía abatido...
Qué hermoso sacrilegio el del asfalto
transfigurado de secretos ritos.
-Crines y chispas en los adoquines,
cuchilladas en vivo las cornetas,
un jinete en su sangre...
La angustia de su claustro plañidero
quiso el niño arrojar por sus balcones
-Y el matalón, perdido,
ciego de escupitajos exhibía
su deserción de bridas arrastradas...