domingo, 5 de septiembre de 2010

Va en tranvía

Hermann Broch
(1886-1951)
____________________

Los inocentes

Un hombre de este tipo, completamente determinado por las cosas de un mundo exterior plácido, en el que encajan y armonizan un mobiliario burgués medio al lado de la teoría de Maxwell, trabaja en un laboratorio, en una escuela, da clases particulares, va en tranvía, bebe cerveza algunas noches, y se encamina después a un burdel, visita a veces a un especialista y come en la mesa materna durante las vacaciones. Su cabeza se adorna de cabellos rubios rojizos, y en sus manos las uñas tienen ribetes negros. Sabe muy poco del hastío, y el linóleo de parece un cubresuelos perfecto. Un mínimo de tal personalidad, un no-Yo semejante, ¿puede convertirse en instrumento de interés humano? ¿No se podría desarrollar de la misma manera la historia de una cosa muerta, por ejemplo, un ventilador?