No tenía documentación. En los bolsillos encontraron un billete de tranvía sellado nueve veces, una tarjeta telefónica gastada, una estampa religiosa plastificada, una moneda de un rublo y un diente de leche envuelto en papel de aluminio. En el bolsillo interior del chaquetón había una tarjeta de visita amarillenta. Llamaron a ese número. La mujer que contestó se echó a llorar. Pero luego volvió a llamar y dijo que su marido estaba bien. El chaquetón se lo había dado a Caritas dos semanas antes.
Beppe Rosso, Filippo Taricco, La ciudad frágil
Edicions Bellaterra. Barcelona, 2010, pág. 54
Beppe Rosso, Filippo Taricco, La ciudad frágil
Edicions Bellaterra. Barcelona, 2010, pág. 54