sábado, 9 de septiembre de 2023

El traqueteo de un tranvía



Mircea Cărtărescu 
(1956) 
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Nostalgia (I) 

Ningún lector habría aceptado que en su mundo pudiera vivir, apretujado en el mismo tranvía, respirando el mismo aire, un hombre cuya vida es la demostración matemática de un orden en el que ya no cree nadie o en el que cree tan solo porque es absurdo. (Pág. 17) 
 

 Por arriba se oía, de vez en cuando, el traqueteo de un tranvía. (Pág. 21) 


 “He cogido el tranvía para ir a visitar a un conocido. Por culpa del frío, las ventanillas estaban empañadas. En el asiento de delante había una mujer como de pueblo, con una zamarra marrón sucia y un pañolón verde. No me había fijado en ella hasta que ha levantado una mano burdamente enguantada y ha limpiado una parte de la ventanilla empañada. Estaba precisamente mirando a través de la mancha transparente cuando el tranvía ha entrado en el túnel y la mancha se ha vuelto negra como la brea sobre el fondo blanco del resto de la ventana. Pues bien, la mancha reproducía perfectamente el famoso perfil de Goethe.” (Pág. 44) 


 Sí, no voy a leer estas páginas en el cenáculo, porque no son literatura, son más bien una profecía terrible; las leeré en medio de la ventisca, por las calles, a la luz de los escaparates y en los tranvías, y encontraré gente que me entienda y que me siga y rastrearemos toda la ciudad. (Pág. 79) 

 Mircea Cărtărescu, Nostalgia, Impedimenta, Madrid, 2012. Traducción de Marian Ochoa de Eribe.