Peter Handke
(1942)
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Recorrimos el centro de la ciudad en tranvía, pasando por delante de los grandes almacenes como ante las paredes de un túnel.
Hasta bien entrada la noche aullaban, incluso a lo lejos, los tranvías subían por las colinas, y en el silencio del amanecer volvieron a aullar… ¡Vaya con Stuttgart!, pensé consternado. ¡Vaya con los tranvías! ¡Vaya los chalets y los tranvías!
No hace mucho, cuando me quedé solo mirando unas fotografías, recordé una foto vieja que había visto en casa de Lenz: lo mostraba a él, a su novia y a su madre junto a una parada de tranvía en la Birkenwaldstrasse de Stuttgart, lejos de todo, ante unos árboles de hoja caduca, la calle entre ellos y la cámara. Lenz llevaba uniforme, la novia y la madre lo habían acompañado: él esperaba el tranvía para viajar de vuelta al frente.
[Peter Handke, Cuando desear todavía era útil, Temporal, Barcelona, 2024. Traducción de Adan Kovacsics. Págs. 83, 84 y 94.]
