martes, 20 de mayo de 2008

Una triste música

Foto de Damiel

Me gustaba aquel tranvía que desde 1914 pasaba por nuestra calle y que comunicaba Maçka y Nisantsasi con la plaza de Taksim, con Tünel, con el puente de Gálata y con otros rincones empobrecidos, antiguos e históricos de la ciudad y que por aquel entonces a mí me parecían otro país. El gemido que me llegaba como una triste música a los oídos las noches en que me acostaba temprano, el interior revestido de madera, el cristal añil de la puerta con cerrojo que separaba el «área» del conductor de los asientos de los pasajeros, y el conductor que, en la Terminal, mientras mi madre y yo esperábamos la hora de salida, me dejaba jugar con las manivelas de hierro…
En el camino de regreso las calles, los edificios, incluso los árboles, me parecían en blanco y negro.

Orhan Pamuk, Estambul.