jueves, 25 de junio de 2009

Farkasrét


A pie y en tranvías crucé y descrucé la ciudad donde había nacido; Budapest latía en torno mío como una placenta. ¿Cuándo había tenido yo antes esta sensación? Una callada euforia iba creciendo en mi interior. Me sentía liberado, sin saber de qué, como si una piedra me hubiera caído del corazón. El tranvía amarillo trepa por la cuesta del Sashegy. En lo alto del cerro la estación terminal: el cementerio de Farkasrét. «Pradera de lobos»; ¿existe otra ciudad con un nombre así para un cementerio?

Kalman Barsy
Los veinticuatro días
Pre-Textos. Valencia, 2009. Pág. 171