lunes, 29 de junio de 2009

Vuelvo a ver a mi madre


Desde el tranvía que me regresa a Pest vuelvo a ver a mi madre. Se ha multiplicado y la veo en la multitud de señoras que a todas horas recorren la ciudad. Mártika, muchas veces clonada, está por todas partes. Budapest está llena de ella, de ellas. Un invencible ejército de doñas se despliega por las calles, toma el tranvía, los autobuses, cargando bolsos, paquetes y canastas de hortalizas. ¿No serán ellas las huestes del príncipe Csaba que dice el mito? Vendrán por la Vía Láctea a salvar de sus enemigos a la nación magiar.

Kalman Barsy
Los veinticuatro días
Pre-Textos. Valencia, 2009. Pág. 172