jueves, 30 de julio de 2009


TRANVÍA II
El azar de las calles: una oculta pasión, misteriosa y difícil. Huele a limpio el verano entre la ropa tendida. El esfuerzo húmedo del aire contra el cielo es una transparencia, la quietud admirable de un enigma que no descifro, que me puede. En medio de las calles, el bullicio lento de los tranvías que atraviesan la ciudad se desvanece. En las aceras, la mansedumbre y la tristeza de las gentes que pasan, el sosiego secreto de sus cuitas, el silencio solo… Si te llegas aquí, a estas calles, el tiempo es otro, insondable, más leve, menos torpe.

Ángel Campos Pámpano
La ciudad blanca
Ed. Calambur, 2008, pág. 36