miércoles, 30 de diciembre de 2009

Pero no eran lo mismo

Eustaquio Gómez
_____________________
MI VIDA EN LA CIUDAD, BANIFIELD (fragmento)
Vivía en la calle Vieytes, desde allí nos tomábamos un colectivo hasta la estación, con mi tía Sara; comenzaba a cambiar el mundo. Subíamos al tren, que era con vagones de primera todos con asientos de cuero, o de segunda con asientos de madera. Pero lo más emocionante era luego abordar el tranvía, ese maquinista me parecía todo un audaz, manejando la mole de hierro entre toda esa maraña de autos negros, se podía ver la ciudad de Buenos Aires con las ventanillas al aire libre, viajaba despacio y siempre tocaba la campana, en ocasiones se escuchaba el chisporroteo contra la catenaria. Luego llegaron los trolebuses, pero no eran lo mismo.

Blog Cinco de valium y uno de rivotril