lunes, 1 de abril de 2013

Desde la parada del tranvía


LUIS MARTÍN SANTOS 
(1924-1964)
______________________ 

REALIZACIÓN DE UN DESEO 

Mi casa está en el extrarradio y, desde la parada del tranvía, debo andar unos centenares de metros poco iluminados. Al doblar un recodo, me ha salido al paso una mujer —evidentemente una prostituta— que con sencillas palabras me ha propuesto su mercado. A la luz de un farol de gas he observado su aspecto agradablemente pintarrajeado, sus ojos jóvenes, su boca grande todavía fresca. Sonreía mostrando una dentadura sana. Su bien formado pecho se ocultaba apenas bajo su vestido. Me llamaron la atención sus hombros jugosos y blancos. Olía bien. 
  Aprovechando la ocasión que me saltaba al paso, la he saludado correctamente alzando mi sombrero y me he excusado con el pretexto de mi hijo enfermo.
   Es así como —hoy por fin— he podido realizar el deseo —tantas veces insatisfecho— de mostrarme a mí mismo que soy un hombre entero y virtuoso.

Apólogos, Seix Barral, Barcelona, 1970. Pág. 56