domingo, 25 de mayo de 2014

La mujer gritó al tranvía que se marchaba


Bohumil Hrabal
 (1914 1997)
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EL 13

Cuando salimos bajo el palacete, las pardas ya estaban iluminadas, vino el trece, una mujer se subió al último coche con un carrito, alguien la ayudó, pero el cobrador cerró la puerta antes de tiempo y la mujer tenía el carrito agarrado por fuera y el tranvía se puso en marcha y la mujer seguía cogiendo el asa del carrito y con saltos ridículos corrió tras el tranvía gritando, pero el tranvía no se detuvo y el carrito dio contra una farola, crinch, y el carrito se partió, la gente que esperaba al siguiente tranvía gritó o se apoyó contra el muro del palacete, varios osados corrieron hacia el carrito, Egon Bondy se quedó pálido… pero del carrito partido se desparramaron con estrépito botellas de cerveza y el olor de la cerveza vertida llenó la calle… y la mujer grito al tranvía que se marchaba: ¡Las veinte cervezas me las pagas, cabrón. ¡Señores!, señaló a Vladimír y Egon, ustedes son mis testigos, ¿lo declararán? Egon Bondy berreó: Botellas, botellas, ¿Dónde está el bebé? ¡Han crujido unos huesos! Y la mujer dijo: Lo que ha crujido es la caja de las botellas, no esperará que una vieja cargue veinte cervezas ¿no?

Tierno bárbaro. Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores. Traducción Kepa Uharte. Pág. 21