jueves, 21 de mayo de 2015

Uno tras otro, cada dos minutos y medio


Erskine Caldwell
(1903-1987)
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En otra ciudad vivimos en un bloque de apartamentos, en la planta baja. Los tranvías cruzaban con estrépito la avenida uno tras otro, cada dos minutos y medio. El estruendoso traquetreo hacía que la cocina y la loza repiquetearan todo el día y gran parte de la noche.

ERSKINE CALDWELL, El sacrilegio de Alan Kent, Navona, traducción de José Luis Piquero, 2011, página 28.