viernes, 11 de septiembre de 2015

Seguir a una dama que después de mirarlo sube a un tranvía


ROBERTO ARLT 
(1900-1942)
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AGUAFUERTES 


Muchos psicólogos han estudiado la personalidad de don Juan Tenorio, pero nadie lo ha hecho desde el punto de vista de diez centavos, o sea don Juan Tenorio frente al problema de no tener diez centavos para seguir a una dama que después de mirarlo sube a un tranvía. (...) 
   Caminaba por la calle y, de pronto, una muchacha se complació en mirarlo. Lo miró recatadamente dos o tres veces, y de pronto se detuvo en una esquina para tomar el tranvía. Y nuestro hombre también se detuvo, pero pálido. No tenía diez centavos. En ese momento no tenía los diez centavos indispensables para pagar su boleto y seguir a la amable desconocida. Cuando llegó el coche ella subió y luego se quedó mirándolo con extrañeza de ver que él permanecía como un poste en la ochava, mirándola desaparecer. Nuestro individuo dejó caer la cabeza sobre el pecho, y permaneció allí atontado varios minutos. Había perdido la posible felicidad por diez centavos. Estaba seguro que había perdido su felicidad. ¿Cómo sería el amor de esa muchacha que lo había mirado tan profundamente? 

Roberto Arlt, Aguafuertes, Losada, Buenos Aires, 1958. Pág. 52