Los periódicos se llenan de quejas contra los servicios de transporte público. Por ejemplo, la compañía ha tomado la costumbre de cerrar las puertas del tranvía que llega a la Puerta del Sol unos veinticinco metros antes de la parada, lo cual indigna mucho al periodista que reivindica el derecho de apearse en marcha en el sitio por él deseado.
Por lo demás, el peligro está en el mismo tranvía. La revista gráfica muestra a los mozalbetes subidos en los topes para no pagar su billete, a ciencia y paciencia de los guardias.
Fernando Díaz-Plaja, 1917, Plaza & Janés Editores, Barcelona, 1969. Páginas 185 y 186.