viernes, 14 de septiembre de 2012

Basta de tranvías


MARINA TSVETÁIEVA 
(1892-1941) 
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POEMA DEL FIN 
(fragmento

El ritmo de los dedos en la mesa 
se acelera. (Cadalso.) 
—Vámonos. —Yo hubiera preferido: 
Muramos. Sería más sencillo: muramos. 

Basta de banalidades: basta 
de viajes, versos, hoteles, tranvías… 
—El amor significa la vida. 
—No, otro nombre le daban los antiguos… 
                              —¿Entonces? 
Aprieta el puño —un pez muerto— 
el pañuelo. —¿Nos vamos? 
—¿Adónde? Elige: precipicio, bala, veneno… La muerte —en claro. 

—La vida. Como un cónsul romano 
que evalúa —águilas ojos— lo que queda 
de sus huestes. 
                           —Rompamos, pues. 

Praga, 1924 


El canto y la ceniza. Debolsillo, Barcelona, 2010. Pág. 188. Traducción de Monika Zgustova y Olvido García Valdés.