Tomas Tranströmer
(1931)
______________________
MUSEOS
Un domingo sí y otro no, más o menos, iba al museo de Historia Natural. Tomaba el tranvía hacia Roslagstull y caminaba los últimos kilómetros. El camino era siempre un poco más largo de lo imaginado. Recuerdo esas caminatas muy bien; siempre con viento, se me caían los mocos, lagrimeaba. No recuerdo las caminatas en sentido contrario; es como si nunca hubiese vuelto a casa, como si tan solo hubiese estado yendo hacia allí, un paseo expectante, moqueado y lagrimeado hacia el enorme edificio babilónico.
Visión de la memoria, Nórdica Libros, Madrid, 2012. Traducción de Roberto Mascaró. Pág. 21