El cableado del tranvía trama y
designa las entradas en el diccionario de la ciudad.
Entre ellos había, según supe más
tarde, un jardinero, una cartera, un oficinista, la subdirectora de medio
ambiente de los equipos de recogidas de basura, el celador jefe del
ayuntamiento, tres o cuatro inspectores del sistema de tranvías, una reconocida
investigadora en biología —ahora encargada de la programación de conferencias
del museo de la ciencia de la ciudad— y un espigado miembro del cuerpo de la
policía local.
Recuerdo que me gustaron los
cruces de los cables de las distintas líneas de los tranvías.
Tomaré uno de los tranvías, y
cruzará la puerta de la enorme cancela de hierro. Se lamentará del óxido y del
roce de los rieles al desplazarse, y caminará con decisión hacia el ala oeste
del recinto. Serena sabe dónde encontrarnos, no hay nada que se lo pueda hacer
olvidar.
Pablo Martínez Rosado, Savamala o la eternidad. Ed. Polibea.
Madrid, 2023. (Págs.14, 24, 68, 122).