sábado, 9 de septiembre de 2023

El traqueteo de un tranvía



Mircea Cărtărescu 
(1956) 
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Nostalgia (I) 

Ningún lector habría aceptado que en su mundo pudiera vivir, apretujado en el mismo tranvía, respirando el mismo aire, un hombre cuya vida es la demostración matemática de un orden en el que ya no cree nadie o en el que cree tan solo porque es absurdo. (Pág. 17) 
 

 Por arriba se oía, de vez en cuando, el traqueteo de un tranvía. (Pág. 21) 


 “He cogido el tranvía para ir a visitar a un conocido. Por culpa del frío, las ventanillas estaban empañadas. En el asiento de delante había una mujer como de pueblo, con una zamarra marrón sucia y un pañolón verde. No me había fijado en ella hasta que ha levantado una mano burdamente enguantada y ha limpiado una parte de la ventanilla empañada. Estaba precisamente mirando a través de la mancha transparente cuando el tranvía ha entrado en el túnel y la mancha se ha vuelto negra como la brea sobre el fondo blanco del resto de la ventana. Pues bien, la mancha reproducía perfectamente el famoso perfil de Goethe.” (Pág. 44) 


 Sí, no voy a leer estas páginas en el cenáculo, porque no son literatura, son más bien una profecía terrible; las leeré en medio de la ventisca, por las calles, a la luz de los escaparates y en los tranvías, y encontraré gente que me entienda y que me siga y rastrearemos toda la ciudad. (Pág. 79) 

 Mircea Cărtărescu, Nostalgia, Impedimenta, Madrid, 2012. Traducción de Marian Ochoa de Eribe.

lunes, 7 de agosto de 2023

La catenaria empezaba a zumbar



Charles Reznikoff 
 (1894-1976) 
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BIOGRAFÍA DE LOS COMIENZOS DE UN ESCRITOR
1

Cuando tenía cuatro o cinco años 
solía sentarme de noche junto a la planta de goma 
si no podía dormir. 
La rígida cortina almidonada estaría descorrida, 
las luces de las tiendas apagadas 
y la calle, a pesar de las farolas eléctricas, 
oscura y silenciosa. 
Después de un rato, la catenaria empezaba a zumbar y canturrear 
en la oscuridad 
hasta que el tranvía pasaba a toda prisa, 
incandescente. 
Contento y satisfecho 
en la periferia de aquel prodigio, 
me reclinaba en la silla 
esperando pacientemente el siguiente vagón.

 
[Charles Reznikoff, Junto al pozo del vivir y el ver, Kriller 71, Barcelona, 2023. Pág. 149-151. Traducción de Jordi Doce]

sábado, 29 de julio de 2023

Barcelona Tram



Raymond Mason 
(1922-2010) 
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En 1963 Mason modeló con escayola un bajorrelieve de los hombros y las espaldas de un hombre a la medida natural (la misma espalda aparece años más tarde en «Los vendimiadores»). Sin estar idealizado, es físicamente heroico; no es la espalda de un esclavo porque muestra orgullo, ni la de un atleta porque parece demasiado cansada. Por su resistencia, se podría tratar de la espalda de Sísifo, desnudo de cintura hacia arriba. 
       Diez años antes, en 1953, Mason había hecho un relieve den bronce de un tranvía de Barcelona lleno de pasajeros por la mañana. Aún recuerdo la impresión que me produjo esta obra cuando la vi por primera vez. Un artista desconocidos, que sin duda se consideraba descendiente directo de Donatello y Ghiberti —menudo insolete— , había observado, modelado y fundido en bronce trabajadores —hombres y mujeres—; la sensualidad cotidiana de las calles.
 
***
 
Esta obra representa una parada de tranvía frente a la estación de tren Estación de Francia, en Barcelona. Fue el primer ejercicio de bajorrelieve de Mason y escribió que se inspiró en «el sol fuerte y las formas opulentas y escultóricas de la gente. La llegada casi ritual de los tranvías ante la grandeza solemne e iluminada por el sol de la estación era irresistible».

sábado, 22 de julio de 2023

El viejo tranvía del Palo



Rafael Pérez Estrada 
(1934-2000)
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A finales de los años cincuenta, un grupo de poetas, pintores y escritores visitábamos en su tertulia del café Duque al poeta Vicente Núñez. Allí, fraguando palabra a palabra, construíamos una meditación en torno a las cosas, su importancia y su categoría, las fronteras de la realidad y lo imaginativo que las entorna. De noche, las noches de verano tomábamos billetes del viejo tranvía del Palo y ya en las jardineras continuábamos en nuestras disquisiciones por una ruta de continua ida y vuelta a la barriada pescadora, a la plaza de la Marina y viceversa.

[«La ciudad de la memoria». Concesión del título de Hijo Predilecto a Rafael Pérez Estrada. Ayuntamiento de Málaga.Sábado, 13 de mayo de 2000]

miércoles, 12 de julio de 2023

El cableado del tranvía



Pablo Martínez Rosado 
(1978)
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El cableado del tranvía trama y designa las entradas en el diccionario de la ciudad.

Entre ellos había, según supe más tarde, un jardinero, una cartera, un oficinista, la subdirectora de medio ambiente de los equipos de recogidas de basura, el celador jefe del ayuntamiento, tres o cuatro inspectores del sistema de tranvías, una reconocida investigadora en biología —ahora encargada de la programación de conferencias del museo de la ciencia de la ciudad— y un espigado miembro del cuerpo de la policía local.

Recuerdo que me gustaron los cruces de los cables de las distintas líneas de los tranvías.

Tomaré uno de los tranvías, y cruzará la puerta de la enorme cancela de hierro. Se lamentará del óxido y del roce de los rieles al desplazarse, y caminará con decisión hacia el ala oeste del recinto. Serena sabe dónde encontrarnos, no hay nada que se lo pueda hacer olvidar.


Pablo Martínez Rosado, Savamala o la eternidad. Ed. Polibea. Madrid, 2023. (Págs.14, 24, 68, 122).


miércoles, 1 de marzo de 2023

Cogía el tranvía


LA PEOR PERSONA DEL MUNDO

Dirección: Joachim Trier

Guion: Joachim Trier y Eskil Vogt

 

EXTERIOR DÍA

Jardín del sanatorio

Aksel

(Anders Danielsen Li)

Otra vez estoy escuchando la música de mi juventud. Esa música que no se puede olvidar. Estoy desempolvando toda la música que escuchaba cuando era joven y estoy alcanzando momentos de total plenitud. Yo crecí en la prehistoria. En mi tiempo no había internet, ni móviles, y aquello que huela a vejestorio es todo lo que me interesa.

Julie

(Renate Reinsve)

¡Qué curioso!

Aksel

Es como si mi mundo hubiera desaparecido, porque lo que solía hacer a menudo era ir a las tiendas. Me encantaba ira a ver discos. Cogía el tranvía hasta el centro. Hojeaba cómics de segunda mano, y si cierro los ojos me vienen los pasillos del Video Nova. Era una época en la que la cultura se transmitía principalmente a través de la materia. Y eso era interesante porque al vivir siempre rodeado de objetos podíamos disfrutar de su tacto con las manos y empaparnos de su contenido.

Julie

¿Cómo con los libros?

Aksel

Sí, como los libros. Te juro que es lo único que tengo. Los recuerdos de una vida vulgar haciendo lo mismo. Nunca pasé de comprar cómics y libros. Y lo hacía aunque sabía que ya no me hacía sentir la misma emoción que sentía a los veinte años. Esa inercia siguió. Y lo que pasa es que ya no queda otra cosa: conocimientos y recuerdos de tonterías, de cosas que no le importan a nadie. Conocimientos y recuerdos que están descatalogados. Obsoletos.


miércoles, 22 de febrero de 2023

Saqué el billete

 

Ilse Bing. Hoja muerta y billete de tranvía en la acera. Fráncfort, 1929



Rafael Pérez Estrada
(1934-2000)
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HOMBRE: Volví al parque, ahora iba bien preparado, llevaba conmigo de reclamo una bombilla grande, la desempolvé, todas las bombillas tienen polvo, ¿no lo sabía? De nuevo junto a los sauces, en la solana, hice un empalme y conseguí que la luz fuera, metí la bombilla en un saco, me aparté tras del árbol y el sol entró despacio, muy despacio. La bombilla cantaba bien y el sol buscaba el calor tibio en ella. Cuando solo había un bulto de luz, corrí con el saco, tomé un tranvía al paso, saqué el billete, un billete rosa y no capicúa, al parar cerca del sanatorio bajé a empujones, traía conmigo el saco, estaba feliz, ni siquiera me acordaba de cantar. El sol era mío. Abrí el saco en la recepción y debí de equivocarme, un gato negro saltó huyendo, intenté atraparlo y mire (enseña las manos arañadas).

ENFERMERA: (Toma gasa y mecánicamente empieza a curar la mano) ¿Se fijó en el gato?

HOMBRE: Sí.

ENFERMERA: ¿Le brillaban ojos?

HOMBRE: Se me clavaron desde un rincón antes de desaparecer.

ENFERMERA: Muy sencillo, el gato se comió el sol.



 
[Rafael Pérez Estrada, Edipo aceptado, los sueños, Universidad de Granada, 1972]

lunes, 30 de enero de 2023

En la parada del tranvía



Alberto Tesán 
(1971) 
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Las niñas mezclan bebidas de colores en la parada del tranvía. Has visto cómo les tiemblan las manos. Regresas a casa pensando en ello, buscando algún símbolo. Cuando abres la puerta, lo acabas comprendiendo. Su prisa por crecer. Y tus ganas.

[Alberto Tesán, Gente que bebe, Milenio, Lérida, 2022. Página 101]

sábado, 10 de diciembre de 2022

Subimos al tranvía


Dionisia García
(1929)
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Dionisia García, Clamor en la memoria, Ed. Renacimiento, Sevilla, 2022

viernes, 18 de noviembre de 2022

Un conductor de tranvías



Finalmente, Frédéric vendería periódicos, volvería cinco años más al ejército y alcanzaría el rango de sargento, trabajaría en una granja y luego se convertiría en un conductor de tranvías, se casaría, tendría hijos y moriría en la sesentena; una vida como millones de otras.

Seguramente se refería a su hijo mayor, Frédéric, que era el niño más atrasado de la clase y que, de adulto, sería conductor de tranvías, un miserable intrigante que incluso amenazó con chantajear a su propio hermano. 

Edmund White, Rimbaud, Lumen, Barcelona, 2010. Traducción de Nicole d’Amonville Alegría. (Págs. 23 y 25)

viernes, 23 de septiembre de 2022

El ruido del tranvía asciende



Jean-Christophe Bailly 
(1949)
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Pero no he llegado, no he vuelto, regreso y estoy allí: siempre estoy allí. Hay una terraza, las contraventanas están entreabiertas, el ruido del tranvía asciende, por encima de lejanos cláxones, una electricidad del aire convierte el relieve en conductor, el relieve de las cosas en su sitio en el desenrollar del espacio suavizado por la noche que se acerca.
 
[Jean-Christophe Bailly, Descripción de Olonne, Ed. Días contados, Barcelona, 2019. Traducción de Pablo Moíño. Pág. 41]

viernes, 2 de septiembre de 2022

El tranvía nocturno

 

 

Patrick Modiano 

(1945)

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Iba por la via Flaminia para volver a su casa. Nadie. No tenía ni idea de qué hora era. Si todavía circulase, le habría gustado coger el tranvía nocturno.

 

[Patrick Modiano, Tinta simpática, Anagrama, Barcelona, 2022. Traducción de María Teresa Gallego Urrutia. Pág. 120]

miércoles, 17 de agosto de 2022

O yendo de un lado a otro en tranvía



César Martín Ortiz 
(1958-2010)
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El joven periodista vestía un traje de algodón crudo de tres piezas, algo arrugado ya, camisa a rayas azules y blancas con puños y cuello postizos, botines blancos. Había dejado el canotier en la percha de árbol de la entrada. Timothy se pasaba el día en la calle o yendo de un lado a otro en tranvía, y por la noche su traje solía tener un aspecto desastroso. Laura se lo planchaba todas las mañanas antes de salir para el trabajo, pero Timothy era uno de esos jóvenes de piernas largas que andan con movimientos sueltos y deportivos y que parecen incapaces de caminar con distinción y sin arrugar la ropa.


Criseida caminaba por una de las calles del centro de la ciudad, no de las más importantes: una calle recta con edificios de ladrillo o de piedra ennegrecida, unos bonitos y otros feos; por cuya calzada circulaban veloces coches y tranvías [...]. Entonces dejó de percibir los ruidos de la calle y pensó que se había quedado sorda y abrió los ojos de nuevo para comprobar cómo los coches y los tranvías continuaban circulando y cómo las personas tosían o hablaban al pasar a su lado [...]. Criseida le ordenó mover los pies. en la acera de la ciudad, una mujer se llevó las manos a la cabeza y gritó horrorizada cuando vio a aquella chica negra, bella y esbelta como una modelo, caminar con pasos maquinales de sonámbula hasta salir de la acera y colocarse en la trayectoria del tranvía.


En la estación de la ciudad alemana compraba un diario, tomaba un tranvía que le llevaba a los últimos arrabales y a partir de allí continuaba a pie.


Se le había hecho raro estar de vuelta en Dresden a primera hora de la tarde nachmittags, con quién hablaré ahora en alemán comiendo una pastilla de regaliz mentolado de las de Eva en el tranvía. 
 
 
[César Martín Ortiz, Necroesfera, Baile del Sol, Tenerife, 2018. Pág. 50, 167, 168, 170, 248, 277]

lunes, 1 de agosto de 2022

Los ruinosos tranvías



SAINT-JOHN PERSE
(1887-1975)
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POEMA A LA EXTRANJERA

I

Ni los arenales ni las rastrojeras hechizarán el paso de los siglos futuros, donde estuvo la calle pavimentada para vosotros por una piedra sin memoria —¡oh, piedra inexorable y más verde

         que la sangre verde de las Castillas de vuestra sien de Extranjera!

 

Una eternidad de hermoso tiempo esa en las membranas cerradas del silencio, y la casa de madera que navega, por el hondo abismo, sobre sus anclas, madura un fruto de lámparas de mediodía

         para más tibias incubaciones de nuevos sufrimientos.

 

Pero los ruinosos tranvías que se perdieron una noche al doblar una calle, se alejaron sobre raíles hacia el país de los Atlantes, por las calzadas y por las rampas,

         por las glorietas de los Observatorios invadidos de sargazos.

         por los cuarteles de las aguas corrientes y los zoos frecuentados por gente de circo, por los barrios de negros y asiáticos que emigraron de alevines, y por los bellos solsticios verdes de las plazas redondas como atolones

         (allí donde una noche acampó la caballería de los Federales, ¡oh mil cabezas de hipocampos!)

         cantando el ayer, cantando el siempre, cantaban el mal en su nacimiento, y, sobre dos notas del Pájaro-gato, el Verano poblado de nuevas Capitales infectadas de langosta… Y ahora, he ahí, a vuestra puerta, abandonados por la Extranjera,

         esos dos raíles, esos dos raíles —¿de dónde vinieron?— que aún no han dicho su última palabra. 

 
[Pájaros y otros poemas. Visor, Madrid, 1976. Versión de Manuel Álvarez Ortega. Págs. 53-54]

sábado, 27 de noviembre de 2021

El trolley violinista


Jorge Luis Borges 
(1899-1986) 
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VLTRA número 6. 30 de marzo de 1921

sábado, 25 de septiembre de 2021

Como han de ser


Josep Pla
(1897-1981) 
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Los mallorquines, que son gente generalmente reposada, tienen a veces, verdaderos ataques de brusquedad. Entonces se atropellan y parece que quieren hacer pasar un enorme galimatías verbal por el ojo de un alfiler. La gente viste bien, con una apagada discreción, lo que realza, por contraste, los deslumbrantes casos de horterismo que se dan en Palma. Los tranvías son cómodos, limpios y sobre todo lentos, que es como han de ser. Los cafés tienen una entrada fácil y universal.


Por la tarde voy al Molinar en tranvía. Los viejos grandes molinos tienen una decrepitud melancólica. Me paseo a orillas del mar. Con una caña escribo palabras sobre la arena blanca y húmeda. Pasa la tarde lentamente. Palma se dibuja sobre una puesta de sol discreta, desvaída, sin escenografía. 

Un pequeño tranvía une Sóller al mar. El puerto de Sóller es una concha cerrada, una almeja. Debajo de unos pinos seculares, dos pequeñas calles se alinean. Casas de pescadores, cuartel de carabineros. ¡Ay, quién fuera carabinero del puerto de Sóller! 

 [Josep Pla, «Mi primer viaje a Mallorca»,  Las ciudades del mar, Ed. Argos, Barcelona, 1942. Páginas 16, 18 y 36]

sábado, 14 de agosto de 2021

En un tranvía miré


Jesús López Pacheco 
(1930-1997)
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POR NOSOTROS Y EL AMOR /

En un tranvía miré
tus ojos color de nada. 
¡Ay, qué palacio con ruedas 
y trole el que nos llevaba!
 
 
Jesús López Pacheco, Canciones del amor prohibido, Col. Colliure, Literaturasa, Madrid, 1961

sábado, 17 de julio de 2021

Correr detrás del tranvía


Georges Bataille 
 (1897-1962)
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Ayer, unos chicos corrieron detrás el uno del tranvía y el otro del coche. ¿Qué son las cosas en el cerebro del niño? Iguales que en el mío. La diferencia fundamental es la decisión, que se apoya en mí (yo no puedo apoyarme en otros). Heme aquí, yo: despertándome al salir de la larga infancia humana en la que, respecto a todas las cosas, los hombres se apoyaron inacabablemente los unos en los otros. Pero esta aurora del saber, de la plana posesión de sí, no es en el fondo más que la noche, la impotencia.

 
Georges Bataille, Sobre Nietzche. Voluntad de suerte. Taurus, Madrid, 1972. Pág. 144. Traducción de Fernando Savater

sábado, 10 de julio de 2021

El hombre tranvía

 


Jonh Hejduk 

(1929-2000)

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8. El hombre tranvía 

El Hombre Tranvía nació en Finlandia. Poco después de su nacimiento llevaron a su madre a un sanatorio del norte. Él recuerda que cuando tenía unos siete años de edad le llevaron a visitarla en tren. Las lágrimas de su madre se congelaron como gotitas sólidas sobre su cara. Él comenzó a contarlas, entonces paró de repente, porque sintió que sumaban los días de su vida. Antes de abandonar la habitación preguntó a su madre si podía coger una de las lágrimas. Ella se quitó una de la mejilla y la colocó en su pañuelo. Después de que su tía lo devolviera a su casa, él abrió cuidadosamente el paño doblado y todo lo que allí quedaba era una mancha húmeda.

Jonh Hejduk, Vícitimas, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos; Colección de Arquitectura, 27; Muricia, 1993.

sábado, 29 de mayo de 2021

En el tranvía 3

 



EN EL CENICERO DEL TIEMPO / I

 

En el tranvía 3, desde mi asiento

veo a un hombre solo sentado detrás de

otro hombre en sí mismo amurallado,

y otro que, solo, delante se arrellana.

 

Ese hombre entre rubio y blanco, de gafas,

está inclinado sobre un libro que marca,

lápiz en mano, con pestañas de luna

que apenas afloran sobre el blancor

 

de los bordes o se borran apenas.

Al dirigirme a la salida

veo que su lectura es de poemas

y leo al vuelo: En el tranvía 3….

 

                     Markus Hediger (1959)


[Markus Hediger, Dar la vuelta a la piedra. Animal Sospechoso. Barcelona, 2021. Pág. 103. Traducción de José Luis Reina Palazón]


sábado, 22 de mayo de 2021

Mientras el tranvía


 Markus Hediger 

(1959)

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NO DEIS LA VUELTA A LA PIEDRA

                     XXXIII

 

A través del cristal

del tranvía, ayer, un bello rostro.

(Ah, tantos rostros

con los que no me habré cruzado.)

Nuestros ojos se encuentran allí

donde todo es promesa,

agudo pesar inmediato

y uno se sonríe

mientras el tranvía

con lujo de chirridos

se sacude y me abandona

a las fragancias de los tilos,

en la antecámara del sueño.


[Markus Hediger, Dar la vuelta a la piedra. Animal Sospechoso. Barcelona, 2021. Pág. 33. Traducción de Juan Goldín.]

sábado, 15 de mayo de 2021

Lo atropelló un tranvía


CATRIN COLE: ¿Qué le pasa al señor Baker?

TOM BUCKEY: Ha perdido a uno de sus nietos, lo atropelló un tranvía durante un permiso.

CATRIN COLE: Debe de ser mucho peor que haya muerto por nada, pobre señor Baker.

TOM BUCKEY: Nunca se muere por algo. ¿Por qué cree que gusta el cine? Porque las historias son una estructura, son una forma, un propósito, un significado, y cuando las cosas van mal sigue siendo la parte de un plan, tiene un sentido, no como la vida.


Su mejor historia (Their Finest), 2016. Guion de Gaby Chiappe sobre una novela de Lissa Evans. Dirección de Lone Scherfig. Actores implicados en la escena: Gemma Arterton y Sam Claflin.


sábado, 8 de mayo de 2021

Si el tranvía va demasiado lleno


Mercè Rodoreda
(1908-1983)
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LA PLAZA DEL DIAMANTE
 
Y salimos a la Calle Mayor, y yo hacia arriba, y él detrás de mí y los dos deprisa, y, al cabo de los años, aún lo contaba, la Colometa, el día que la conocí en la plaza del Diamente, echó a correr y justo delante de la parada del tranvía, ¡pataplaf! las enaguas por el suelo. (Págs. 22-23)
 
Y fue mientras contemplaba el mirlo Quimet empezó a hablar del señor Gaudí, a quien su padre le había reconocido el día en el que le aplastó el tranvía, que su padre había sido uno de los que le habían llevado al hospital, pobre señor Gaudí excelente persona, te das cuenta qué muerte más miserable… (Pág. 27)
 
Cuando nos dijimos adiós con Quimet en la parada del tranvía, oí que Cintet le decía: no sé de dónde las has sacado, tan bonita… Y escuché la risa de Quimet, ja, ja, ja… (Págs. 34-35)
 
Porque de pequeña había oído decir que te parten. Y siempre había tenido mucho miedo de morir partida. Las mujeres, dicen, mueren partidas… La tarea ya empieza cuando se casan. Y si no las han partido, la comadrona las acaba de partir con cuchillo o a golpes de vidrio de botella y así se quedan para siempre, o desgarradas o cosidas, y por eso las casadas se cansan antes cuando han de estar un rato derechas. Y los señores que lo saben, si el tranvía va demasiado lleno, y hay algunas que están de pie, se levantan y las dejan sentar y, los que no los saben, se quedan sentados. (Pág. 63)
 
[Mercè Rodoreda, La plaça del Diamant, Club Editor, sisena edició, Barcelona, 1967. Traducción JAC]

sábado, 1 de mayo de 2021

Conocía Hong Kong desde un tranvía

Olvido García Valdés
(1950)
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¿cuántas veces trece cabe

en 1313? (pero eleven eleven oía, no

thirteen thirteen) confía en la gracia, en los doloridos

omóplatos (conocía Hong Kong desde un tranvía

no le habría antes parecido

suficiente y ahora sí), anida

ahí

 

         ¿son esas rosas transgénicas? No

de plástico, de un rosado salmón y africana

violeta, rumor a una distancia razonable

de la vida (igual color en la blusa

de la madre), la actividad es ritmo, fluir

según momentos, baile de movimientos

justos, celeridad o calma (a esta distancia

la sombrilla flota roja sobre la pared), palabras

no pronunciadas, el contacto y aquella

edad, cabello blanquecino, an other for me, aquella

piel, quizás a los setenta regresen

las cosas mismas, presencias para anidar

áfonas e intransitivas, ir haciendo camino y

lleguen palabras justas a lo preciso ahí

 

                                               (aurelio major)


Olvido García Valdés, Confía en la gracia. Tusquets Ed. Barcelona, 2020. Pág. 185

sábado, 24 de abril de 2021

Ni el pundonor de los tranvías


Fermín Herrero 
(1963)
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Fermín Herrero, Furtivo de los días, Amargord Ediciones, Madrid, 2014

sábado, 17 de abril de 2021

Como subir juntos a un tranvía



BARTON KEYES: Un crimen nunca es perfecto. Se descubre tarde o temprano; y cuando intervienen dos personas, más bien temprano. Sabemos que andan en ello la señora Dietrichson y otro personaje. Muy pronto sabremos quién es ese otro tipo. Aparecerá en algún momento. En algún sitio tienen que encontrarse, sus emociones andan revueltas. Sea odio o amor lo que le une, no pueden seguir alejados. Pensarán que están más seguros por haber sido dos, pero no es el doble de seguro, sino diez veces más peligroso. Han cometido un asesinato y eso no es como subir juntos a un tranvía del que cada uno puede apearse donde quiera. Tienen que seguir juntos el viaje hasta el final. Y es un viaje de ida tan solo, porque el final de la línea es el cementerio.


Perdición(Double Indemnity). Estrenada en 1944. Dirección de Billy Wilder. Guion de B.W. y Raymond Chandler. Protagonizada por Fred MacMurray, Barbara Stanwyck y Edward G. Robinson.

sábado, 10 de abril de 2021

Sarcófago ambulante

David Mourão-Ferreira
(1927-1996)
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PEQUEÑA ODA AL TRANVÍA

 

Colectivo sarcófago ambulante,

llevas cientos de almas, cada día,

(¡oh muerte desleal de los instantes!)

a la conquista pávida, incesante

del venenoso pan de la jornada.

 

Así te yergo como símbolo casi eterno,

¡provisional, oh barca del Infierno!


[David Mourão-Ferreira, Antologia poética, Lisboa, 1983. Pág. 38. Traducción de JAC]

sábado, 3 de abril de 2021

Nostalgia de los tranvías



Cynthia Ozick
(1928)
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El autobús atravesaba barrios descascarados, las vías del tranvía a veces brillaban a través de una grieta en el asfalto como malezas que esperaran el momento de renacer. Puttermesser recordaba con nostalgia los tranvías de su infancia: en el verano, los vagones avanzaban como balanceándose como pequeños carnavales rodantes, con los lados alambrados que dejaban pasar el viento caliente y los pasajeros transpirando serenamente en los asientos. No sucedía lo mismo con este autobús, que era cerrado como una cápsula protectora contra los conventillos circundantes.
 
Cynthia Ozick, Los papeles de Puttermesser, Mardulce, Madrid, 2014. Pág. 31. Traducción de Ernesto Montequin

sábado, 27 de marzo de 2021

El diminuto tranvía 14



«…pienso en mis tiempos de Sarriá: el diminuto tranvía 14, asientos cara a cara… saludos; nos conocíamos todos; decíamos «voy a Barcelona…». 
J.V.FOIX

José Cruset, Valores de mi tiempo. Notas de literatura española actual. Taber. Barcelona, 1970 Pág. 111-112

viernes, 19 de marzo de 2021

El tranvía azul de la calle Anglí



«…recuerdo el tranvía azul de la calle Anglí… el trayecto costaba cinco céntimos; nuestras idas a la Bonanova, con mi madre; mi padre moría a los treinta y siete años, yo tenía cuatro…; íbamos a ver a una familia amiga… eran ricos, y nosotros éramos muy pobres… íbamos con timidez…» 
JOAN VINYOLI
 
José Cruset, Valores de mi tiempo. Notas de literatura española actual. Taber. Barcelona, 1970 Pág. 293

sábado, 6 de marzo de 2021

Aún quedaban tranvías en Santiago



Nicanor Parra 
(1914-2018)
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«Jamás nos atrevimos a dirigirle la palabra [al Cristo de Elqui] —le cuenta Nicanor [Parra] al profesor norteamericano René de Costa—. Yo lo vi en una situación muy particular y me formé una espléndida idea de él por su forma de reaccionar. Iba sentado él en un tranvía (en ese tiempo aún quedaban tranvías en Santiago) y un borracho (en los barrios, en ese tiempo, había mucho de estos personajes, muchos borrachos) se acercó al Cristo de Elqui y empezó a burlarse de él. En vista de que el Cristo no se daba por aludido, ese bárbaro se atrevió a acercarse a él y le tomó las barbas. Yo me dije que aquí iba a pasar algo. Pero entonces el Cristo simplemente miró al borracho, lo miró muy airado, le lanzó una mirada fulminante, se puso de pie y se bajó en la siguiente parada. Me pareció una manera espléndida de reaccionar.»
 
Rafael Gumucio, Nicanor Parra, rey y mendigo, Mondadori, Barcelona, 2020. Pág. 406

sábado, 27 de febrero de 2021

Tranvía absurdo e irreal

Álvaro de Campos - Fernando Pessoa 
(1988 - 1935)
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TRAMWAY

 

Aquí voy yo en un tranvía, junto a unas treinta o cuarenta personas,

Lleno (solo) de mis ideas inmortales, (creo que buenas).

 

Mañana, puestas en verso, estarán

Por toda Europa, por todo el mundo (quién sabe)

Triunfo, meta, inicio, destello

Que quizá no acabe.

 

¿Y quién sube? ¿Qué siente? El que va a mi lado

Solo siente en mí que soy el que, extraño,

Está en el asiento de la punta, y del extremo, el que ocupa

Quien primero entra.

 

Pero lo importante son las ideas que tengo, en fin,

El resto, el que aquí está sentado, soy yo,

Vestido, visual, regular, siempre en mí,

Bajo el azul del cielo.

 

¡Ah, Destino de los dioses, otorgad al menos el discernimiento,

Al que en mí piensa la vida, de poseer un profundo

Sentido de lo esencial, que sea certero y conciso,

De la vida y del mundo!

 

Sé, bajo el cielo que roza mis ideas,

Bajo el cielo más análogo a lo que pienso conmigo,

Que este tranvía va con los bancos llenos

Hacia donde yo voy.

 

¿Y el aspecto absurdo de todo esto cuál es?

¿Dónde está aquí la equivocación que siento?

Mi razón conmovida aquí pierde pie

Y pensando miento,

 

Pero, ¿a qué verdad miento, qué puente

Existe entre lo que es falso aquí y lo que es cierto?

Si lo que siento y pienso, ni siquiera sé cómo contarlo,

Si lo que queda al descubierto

 

Ahora en mi meditación es tiniebla y abismo,

¿Qué he de hacer de mi consciencia dividida?

Oh, tranvía absurdo e irreal, ¿a dónde van mis cavilaciones?

¿De qué lado está la vida?

 

(1919)

[Traducción JAC]